Introducción

El camarada Vo Nguyen Giap fue uno de los más destacados dirigentes de la revolución vietnamita, jefe de la organización militar del Partido Comunista de Vietnam, fundado en 1930, y comandante en jefe del Ejército Popular y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Vietnam.

Giap aplicó el marxismo-leninismo a los problemas de la lucha armada en Vietnam bajo la dirección política del gran revolucionario Ho Chi Minh. Estudió profundamente las tesis maoístas sobre la guerra y las puso en práctica con las particularidades de su país. Fue un líder militar proletario que derrotó en el campo de batalla la intervención de tres de las potencias imperialistas más grandes de la historia: Francia, Japón y EE.UU., a lo largo de más de 30 años.

Tanto la insurrección de 1945 para derribar a los japoneses, como la guerra de resistencia anti francesa y la gloriosa defensa contra la invasión norteamericana, combinaron todo tipo de acciones por parte del pueblo, sobre la base de definir a la guerra popular prolongada como estrategia adecuada, y a la guerra de guerrillas como un método particular dentro de la misma, pero no el único.

Su mérito consistió también en la creatividad que aplicó al proceso revolucionario en el terreno militar ante una desproporción tan grande de poderío bélico, y que se resumen en tres conceptos: iniciativa, audacia y sorpresa. Escribió y sintetizó su concepción sobre el arte militar: entre otros escritos, “Guerra del pueblo, Ejército del pueblo” y “El hombre y el arma”.

Luego de la victoria, Giap fue abandonando los cargos públicos. En 1982 finalmente se alejó de toda actividad. En el último congreso del Partido, y luego de muchos años de silencio, hizo su aparición y fustigó el rumbo capitalista que ha seguido el país y criticó duramente a los dirigentes a quienes acusó de enriquecerse. [1]

   

EL HOMBRE Y EL ARMA

 

Según el marxismo-leninismo, el motor del desarrollo de la sociedad humana dividida en clases, es la lucha de clases, son las masas populares las que siempre hacen la historia. Por lo tanto al analizar la relación entre el hombre y el arma nuestro Partido afirma que es el hombre el factor decisivo y critica enérgicamente la teoría burguesa según lo cusí es el arma lo decisivo.

Tratando de salvarse del peligro de su aniquilamiento, el imperialismo lleva a cabo con todos sus esfuerzos, la propaganda sobre la "omnipotencia de las armas" y en realidad utiliza el arma para dominar al hombre, amenazando y reprimiendo al movimiento revolucionario da los pueblos trabajadores. Para revisar los puntos de vista fundamentales del marxismo-leninismo sobre la lucha de clases, los revisionistas contemporáneos se apoyan sobre el arma nuclear. Consideran que, ante el gran poderío del arma nuclear, los pueblos trabajadores oprimidos y explotados no tienen otro camino que el de sustituir la lucha de clases por la conciliación de clases. Toman la llamada "contradicción entre la humanidad y el arma nuclear" para sustituir la contradicción de clases y no distingan el amigo del enemigo, las guerras justas de las injustas, los instigadores de guerra de los defensores actives de la paz.

Los marxistas consideran que el arma nuclear tiene una gran potencia, pero no es más que un instrumento de la lucha de clases y que no la sustituye. El arma nuclear influye enormemente en la estrategia y táctica militares pero no cambia la estrategia revolucionarla del proletariado ni le hace confundir acerca de cuáles son sus enemigos y cuáles sus amigos. Las armas nucleares influyen en el desarrollo de las hostilidades y la victoria, pero no es el elemento determinante de la victoria y tampoco hacen cambiar la perspectiva de desarrollo de la sociedad. En la guerra el factor decisivo es y será siempre el hombre; las masas populares son y seguirán siendo las forjadoras de la historia. El proletariado y el pueblo trabajador oprimidos y explotados han derribado, en la lucha de clases, el yugo dominante de la clase explotadora, han conquistado triunfos consecutivos y continúan venciendo apoyados principalmente en su nivel de conciencia y espíritu organizativo. De haber escuchado la tesis que considera el arma como factor decisivo y el poseedor de muchas y buenas armas como seguro vencedor sobre el que tiene pocas y malas, el proletariado y los pueblos oprimidos se habrían cruzado de brazos y encaminado por un callejón sin salida y no habrían podido construir, partiendo con las manos vacías, la obra que actualmente han realizado.

La crítica del punto de vista del revisionismo contemporáneo acerca del hombre y del arma es necesario, no solamente para defender la pureza del marxismo-leninismo, sino también para elevar el concepto de la lucha de clases en los cuadros combatientes de nuestro ejército, levantar la confianza en la perspectiva de la victoria inevitable de la lucha de nuestro pueblo y comprender perfectamente el punto de vista de nuestro Partido en constitución de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

La guerra es la continuación de la lucha política mediante las armas. Toda guerra tiene carácter de clase. La lucha armada de los pueblos oprimidos y explotados es la lucha contra la clase opresora y explotadora, por la conquista de la independencia nacional, la democracia y el derecho a vivir del hombre. Así, en la formación de las fuerzas armadas, a fin de lograr la victoria en la guerra, ¿cómo concebir y resolver el problema del hombre y del arma?

Partiendo de la afirmación de que las promotoras principales de nuestra revolución son las masas obreras y campesinas bajo la dirección del Partido de la clase obrera, nuestro Partido preconizó desde el día de su fundación y en su Programa político, “fundar un ejército obrero-campesino”. Los hombres de las fuerzas armadas de nuestro Partido y pueblo no son más que el obrero, el campesino y el pueblo trabajador. Son las que tienen como objeto de lucha la independencia nacional, la tierra para los que la trabajan y el servicio hacia el socialismo. Con tan justa causa por objetivo, con el invencible ideal del marxismo-leninismo, los combatientes y cuadros revolucionarios de las fuerzas armadas del pueblo vietnamita son persistentes y férreos núcleos unidos que ninguna violencia podrá quebrantar; por cruel que sea el enemigo, no lo temen; por más armas modernas que este tenga a su alcance no podrá́ derrotarlos. La historia de la lucha y el crecimiento durante veinte años de nuestro ejército y su tradición de “resueltos a combatir y a vencer” demuestran elocuentemente que nuestro ejército ha conseguido una poderosa fuerza de lucha porque es un ejército obrero-campesino, formado por elementos destacados del proletariado y campesinado, creados por el pueblo, organizado y dirigidos por el Partido de la clase obrera.................

 

 

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