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ÍNDICE

     Agradecimientos y dedicatoria    
     Introducción. La Escuela de Falsificación de Kruschev:
            "El Discurso más Influyente del Siglo XX"
Capítulo 1. El Culto y el "Testamento" de Lenin

Capítulo 2. Colegialidad "Pisoteada"

Capítulo 3. La "arbitrariedad" de Stalin hacia el Partido

Capítulo 4. Los "casos" en contra de los miembros del Partido y preguntas relacionadas 

Capítulo 5. Stalin y la Guerra

Capítulo 6. De complots y casos

Capítulo 7. Beria, sus "Maquinaciones" y "Crímenes"

Capítulo 8. Ideología y Cultura

Capítulo 9. Últimos años de Stalin en el poder

Capítulo 10. Una Tipología de la Prevaricación

Capítulo 11. Los Resultados de las "Revelaciones" de Kruschev; Rehabilitaciones falsificadas

Capítulo 12. Conclusión: El legado duradero de la decepción de Kruschev

Apéndices — Citas de fuentes primarias y otras

Bibliografía y Fuentes

Índice de nombres

 

 

Agradecimientos y Dedicatoria

Deseo expresar mi especial gratitud a mi editor, traductor y amigo Vladimir L. Bobrov, de Moscú. Sin su apoyo y ayuda en cada paso, este libro nunca se hubiese escrito.

Mi especial agradecimiento a los bibliotecólogos de Préstamos de Inter-Biblioteca en la Biblioteca "Harry S. Sprague" de la Universidad de Monclair State: Kevin Prendergast, Arthur Hudson y Sergio Ferreira, por su incansable ayuda para obtener libros y artículos soviéticos muy difíciles de hallar.

***

Dedico este libro a la memoria de mi hijo Joseph Furr: maravilloso hijo y amigo, mecánico diestro en camiones diesel y alguien de "la sal de la tierra".

 

 

Introducción

 

La Escuela de Falsificación de Kruschev:

"El Discurso más influyente del siglo XX”

 

El 50° aniversario del "Discurso Secreto" de Nikita S. Kruschev, dado el 25 de febrero de 1956, provocó comentarios predecibles. Un artículo en el diario londinense (Reino Unido) Telegraph, lo llamó "el discurso más influyente del siglo XX". En un artículo publicado el mismo día en The New York Times, William Taubman, cuya biografía de Kruschev ganó el Premio Pulitzer en Biografía en el 2004, lo llamó una "gran hazaña" que "merece ser celebrada" en su aniversario.[1]

Hace tiempo releí el "Discurso Secreto" de Kruschev por primera vez en muchos años. Usé la versión HTML de la edición del discurso publicado en una edición especial de The New Leader en 1962.[2] Durante mi lectura observé que el notable estudioso menchevique Boris Nikolaevsky, en sus anotaciones sobre la alocución de Kruschev expresó su opinión acerca de que algunas aseveraciones de Kruschev eran falsas. Por ejemplo, temprano en su discurso Kruschev dice lo siguiente:

Últimamente, en especial luego de desenmascarar a la pandilla de Beria, el Comité Central investigó una serie de asuntos fabricados por esta pandilla. Esto reveló una imagen muy fea de voluntarismo brutal conectado con la conducta incorrecta de Stalin.

La nota 8 de Boris Nikolaevsky a este pasaje dice:

Este enunciado hecho por Kruschev no es del todo cierto: la investigación sobre los actos terroristas de Stalin en el último período de su vida fue iniciada por Beria. ...Kruschev, quien ahora se muestra a sí mismo como habiendo iniciado nada menos que las pruebas sobre las cámaras de tortura de Stalin, realmente trató de bloquearlas en los primeros meses luego de la muerte de Stalin.

Recuerdo que Arch Getty escribió algo muy similar en su magistral obra Orígenes de las Grandes Purgas:

Otras inconsistencias en la reseña de Kruschev incluyen una aparente confusión de Ezhov por Beria. Aunque el nombre de Ezhov se menciona ocasionalmente, Beria es acusado de igual cantidad de fechorías y represiones; sin embargo, este último fue simplemente un secretario regional hasta 1938. Además, muchos reportes notan que el terror policial empezó a disminuir cuando Beria se encargó de las funciones de Ezhov en 1938. ¿Pudo Kruschev haber sustituido convenientemente a Beria por Ezhov en su reseña? ¿Qué más pudo haber empañado? De todos modos, la reciente ejecución de Beria por Kruschev y el liderazgo lo convirtieron en un conveniente chivo expiatorio. El uso oportunista que hizo Kruschev de Beria ciertamente genera sospechas sobre la exactitud de sus otras afirmaciones, (p. 268, n. 28; énfasis de GF)

 Así sospeché que hoy, a la luz de los muchos documentos provenientes de archivos soviéticos secretos que ahora se encuentran disponibles, podrían investigaciones serias descubrir que incluso más de las "revelaciones" de Kruschev sobre Stalin fueron falsas. De hecho, he descubierto algo totalmente diferente. Ni una sola afirmación de la "revelación" que hizo Kruschev sobre Stalin o Beria, resultó ser cierta. Entre las que pueden ser comprobadas para ser verificadas, cada una resultó ser falsa. Resulta que, Kruschev no solamente "mintió" sobre Stalin y Beria — virtualmente no hizo nada más que mentir. Todo el "Discurso Secreto" está hecho de fabricaciones. ¡Ésta es la "gran hazaña" por la cual Taubman alabó a Kruschev! (Un artículo separado, aunque más corto, pudiese ser escrito para exponer estas falsedades en el propio artículo de Taubman publicado en el diario The New York Times —Op-Ed— celebrando el rimbombante discurso de Kruschev).[3]

 Para mí, como estudioso, éste fue un problemático e incluso no muy bien recibido descubrimiento. Si tal como lo había anticipado, hallé que alrededor del 25% o algo así de las "revelaciones" de Kruschev eran falsificaciones, mi investigación seguramente despertaría algún tipo de escepticismo y sorpresa. Pero principalmente pudiese yo anticipar también aceptación y elogió: "Buen trabajo de investigación realizado por Furr", y cosas así.

Pero temía —y mis miedos se desprenden de mi experiencia con original de este libro en idioma ruso, publicado en diciembre de 2007— que si afirmara que cada una de las "revelaciones" de Kruschev era falsa, nadie me creería. No haría diferencia alguna cuán metódica o cuidadosamente yo citara evidencia que apoyase mis argumentos.

Desaprobar todo el discurso de Kruschev es, al mismo tiempo, desafiar el completo paradigma histórico del período de Stalin en la historia soviética, un paradigma para el cual este discurso es una base fundacional.

El discurso más influyente del siglo XX — si no de todos los tiempos— ¿es un completo fraude? La sola idea era monstruosa. ¿Quién quisiera desafiar la revisión de la historia soviética, la de la Internacional Comunista e incluso la historia mundial con la lógica que tal conclusión demanda? Sería infinitamente más fácil para todo el mundo creer que yo estaba falsificando y obscurecido la verdad —que yo había falsificado las cosas, tal y como yo acusaba a Kruschev de hacerlo. Entonces mi trabajo podía seguramente ser ignorado y el problema "se iría". Especialmente, porque soy conocido por tener simpatía por el movimiento comunista en todo el planeta, del cual Stalin fue el reconocido líder. Cuando un investigador llega a conclusiones que sospechosamente parecen apoyar sus propias ideas preconcebidas, sólo es prudente sospechar que le falta algo de objetividad, si no peor.

Así que hubiese yo estado más contento si mi investigación hubiese concluido que el 25% de las "revelaciones" de Kruschev sobre Stalin y Beria eran falsas. Sin embargo, dado que virtualmente todas estas "revelaciones" que pueden ser comprobadas son, en efecto falsedades; la responsabilidad de la evidencia recae incluso aún con más peso sobre mí como estudioso de lo que generalmente sería el caso. En consecuencia, he organizado mi informe sobre esta investigación de una manera un poco inusual.

El libro entero está dividido en dos secciones separadas pero relacionadas entre sí.

En las primeras secciones, que van desde el Capítulo 1 al 9, examino cada una de las afirmaciones o alegatos que Kruschev hizo en su informe y que constituyen la esencia de sus tan llamadas "revelaciones". (Para adelantarnos un poco, advierto que he identificado sesenta y uno de tales alegatos).

Cada una de estas "revelaciones" está precedida de una cita del "Discurso Secreto" el cual es luego examinado a la luz de tal evidencia documental. La mayor parte de esta evidencia se presenta como citas de fuentes primarias. Solamente en algunos casos hago citas provenientes de fuentes secundarias. Me he propuesto yo mismo la tarea de presentar la mejor evidencia que pueda encontrar, extrayéndolas principalmente de antiguos archivos soviéticos con el fin de demostrar el carácter falso del Discurso de Kruschev en el 20° Congreso del Partido. Debido a que, si se combinan con el texto las citas documentadas resultarían en una lectura difícil, sólo me he referido brevemente a la evidencia en el texto y me he reservado las largas citas completas de las fuentes primarias (y ocasionalmente de las secundarias) en los Apéndices de cada capítulo.

La segunda sección del libro. Capítulos 10 hasta el 12, está dedicada a las cuestiones de naturaleza metodológica y a la discusión de algunas de las conclusiones resultantes de este estudio. He dado especial atención a una tipología de estas falsedades, o métodos de engaño utilizados por Kruschev. Se incluye aquí un estudio de los materiales de "rehabilitación" de algunos de los líderes del Partido nombrados en el discurso.

Manejo las referencias a las fuentes primarias de dos maneras: además de la documentación académica tradicional realizada a través de notas al pie de página y bibliografía, he tratado donde sea posible guiar al lector hacia esos documentos primarios disponibles bien sea total o parcialmente en la Internet. Todas esas referencias electrónicas eran valederas en el tiempo en que la edición en inglés de este libro se completó.

En algunos casos, he colocado yo mismo importantes documentos primarios en la Internet, usualmente en formato de Adobe Acrobat (PDF). En unos pocos casos, esto me ha hecho posible referirme al número de página, algo que es tanto dificultoso como imposible si se utilizara lenguaje de markup de hipertextos (HTML).

En conclusión, quisiera agradecer a mis colegas en los Estados Unidos y Rusia quienes han leído este trabajo en....................................

 

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