El comunista vasco, Manuel Alberdi, teniente de zapadores, se encontraba en Berlín el 2 de mayo de 1945, cuando la capitulación.

Había llegado con el Ejército soviético, y la historia oral del exilio refiere que su unidad tendió uno de los últimos puentes sobre el río Sprée, maniobra que permitió el asalto al Reichstag.