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ÍNDICE

 

I) Forjando el alma del Frente Popular
La lucha por la unidad en plena reacción
El VII Congreso de la Internacional Comunista señala el camino
II) Hacia el triunfo del 16 de febrero
Significado de las elecciones del 16 de febrero
La España revolucionaria
Los obreros unidos
El bloque popular invencible e indestructible 84
III) El triunfo electoral del 16 de febrero
Alcance del triunfo popular del 16 de febrero
IV) El camino para aplastar a la reacción y al fascismo
¡En pie y vigilantes!
A la cárcel los responsables de la represión de octubre
Lo que el pueblo espera del bloque popular
Las maniobras de la reacción no logran romper el bloque popular
¿Qué es el Frente Popular?
La unidad, clave del triunfo
Nuestro camino
¡Mano dura contra los saboteadores del triunfo de la República y del Frente Popular!
Sin el movimiento revolucionario de octubre no habría en febrero el Frente Popular
¡Alerta contra el complot de la reacción!
V) En la vanguardia de la guerra por la independencia y la libertad de España
A. ¡El fascismo no pasará!
Los comunistas siempre en primera fila, enarbolando la bandera del trabajo, de la paz y de la libertad
El triunfo será nuestro
A los voluntarios de Andalucía
La situación de España a los dos meses de guerra
Lucharemos hasta vencer a los enemigos de España
Telegrama al camarada Stalin
La lección de “Los marinos de Cronstadt”
¡En pie las masas para la defensa de Madrid!
De cada diez hombres, nueve héroes para defender Madrid
B. El camino de la victoria: ejército regular, orden, disciplina, unidad
Por la libertad de España y por la paz del mundo
Un mes de heroica resistencia del Madrid invencible
Nuestro último saludo
La cena del miliciano
¡Salud camaradas!
Nuestro único enemigo son el fascismo y sus aliados
Todos unidos para ganar la guerra
¿Por qué se hace fuerte el Partido Comunista?
El Partido Comunista quiere un ejército regular para ganar la guerra y predica con el ejemplo
¿Qué hacer para ganar la guerra?
Ganar juntos, para luego disfrutar juntos la victoria
Fechas históricas: el 16 de febrero
La juventud debe luchar por su porvenir
Por la unidad, hacia la victoria
Contra los invasores, unidad del pueblo y gobierno de Frente Popular
Los comunistas de Madrid deben dar ejemplo en el trabajo y en la lucha
Saludo al gran pueblo soviético, en el primero de mayo de 1937 
Qué somos y qué queremos los comunistas
Un año de lucha heroica del pueblo español
C. Contra las componendas y las capitulaciones: ¡resistir sin flaquear!
Dos adversarios
Ante el próximo Pleno del Comité Central
Para aplastar a Franco, más unidos que nunca dentro del Frente Popular
Un partido que sea el más firme puntal de la victoria de nuestro pueblo
Las enseñanzas de la victoria de Teruel
Unidad y democracia. Por qué planteamos el problema de una consulta al pueblo
Tres tareas fundamentales
Compenetrados pueblo y gobierno, se pueden resolver todos los problemas
D. Unión nacional de todos los españoles contra los invasores de nuestra patria
Con toda la claridad posible
Con la unidad, venceremos
Hacia la unidad más firme, amplia y segura de todo un pueblo
La resistencia y la unidad, factores imprescindibles para la victoria
La unidad de los partidos socialista y comunista
Ante la nueva situación internacional. Deberes del proletariado y del pueblo de España
El fascismo internacional quiere consolidar a costa de España sus conquistas de Múnich
Lo que España enseña a Europa y América

  

I. FORJANDO EL ALMA DEL FRENTE POPULAR

  

LA LUCHA POR LA UNIDAD EN PLENA REACCIÓN

Discurso pronunciado en el Monumental Cinema de Madrid, el 2 de junio de 1935

 

Camaradas:

Obreros socialistas y anarquistas, antifascistas todos: os saludo cordial y fervorosamente, en nombre del Partido Comunista.

Permitid que comience por advertiros que cuando se viene a un acto de esta naturaleza, cuando tan crítica y preñada de peligros está la situación, no debéis mirar solamente si las frases son más o menos bellas, si la oratoria es o no brillante. Camaradas que habéis venido a este acto, escuchad la doctrina, oíd la forma en que el Partido Comunista deduce las enseñanzas del pasado y os expone la situación presente. Estas enseñanzas os serán útiles para desarrollar la lucha de masas que tanta falta está haciendo en estos momentos.

 

El peligro fascista

No son estos los momentos más adecuados para perder el tiempo. El peligro fascista es más grande que nunca en España. El Poder, el aparato estatal, está en manos de un gobierno integrado por reaccionarios y fascistas. Y este gobierno, cargado de las peores intenciones, está tomando las medidas orgánicas y estratégicas para impedir el desarrollo del movimiento revolucionario. Para lograrlo no repara en los procedimientos. Mantiene al país bajo el terror. Mantiene, a pesar de que todos los días habla de tranquilidad, el dogal permanente del estado de alarma y de prevención. Mantiene la censura de prensa y suspendidos los periódicos obreros, el diario de la revolución “Mundo Obrero’. Todos los días salen de los ministerios, cedistas o radicales (es poca la diferencia entre unos y otros, pues todos tienen por amo a Gil Robles)... (Aplausos.)

 ...Os decía que todos los días salen de los ministerios reaccionarios y fascistas disposiciones a cual más fascista y reaccionaria. Y de esas Cortes, que tan bien ha retratado el camarada Bolívar, salen leyes y más leyes fascistas. Y, como si todo esto fuera poco, aún preparan otras, como la Ley de Prensa y la Ley Electoral. La primera para impedir la publicación de periódicos obreros y populares y para asegurarse, como lo hizo Primo de Rivera, espacios en los di arios para poder insultar y provocar al pueblo con notas oficiosas. Y la otra para hacer unas elecciones a la medida de sus necesidades, para ayudar a la Guardia Civil a hacer las elecciones. (Aplausos.)

Pero el Gobierno no se contenta con todo esto. Aún tiene otros procedimientos más contundentes y de los que las espaldas doloridas, las carnes heridas, los cuerpos torturados de millares de obreros en los centros policiacos pueden dar fe. Mantiene una represión durísima contra los trabajadores. Sobre éstos pesa el espectro del verdugo, con las condenas a muerte y las ejecuciones ya perpetradas.

Pero este proceder del Gobierno tiene su contrapartida: si al pueblo se le oprime, se le maltrata y se le condena al silencio, en cambio a las bandas reaccionarias se les da toda la amplia libertad que apetecen para provocar a las masas populares, para que llenen su prensa de insultos canallescos contra los obreros, como hacen “El Debate”, “ABC', “La Nación”, “Informaciones” y otros. Y para que publiquen esas hojas asquerosas los fascistas de Primo de Rivera, asesino de obreros. (Aplausos. Mueras al fascismo!)

 

Organizar la lucha

Sí, camaradas, el fascismo morirá. Pero ¿habrá de morir tan sólo por explosiones de entusiasmo? No. Es verdad que existe hoy un gran espíritu revolucionario en las masas, una formidable corriente en favor del frente único y de la unión de todos los antifascistas. Es una gran verdad que el pueblo trabajador quiere la lucha unificada para salir de esta situación que os acabo de describir. Pero, vuelvo a preguntaros: ¿es suficiente que exista un claro deseo de lucha y una firme voluntad de vencer? Está muy bien el entusiasmo, está muy bien esa voluntad de lucha antifascista, que se refleja en este grandioso acto y en los que se celebran estos días. Pero tenéis que comprender todos, que a este deseo y a esta voluntad hay que darles una forma orgánica, hay que encauzarlos en una fuerte organización que desarrolle la lucha y nos lleve al triunfo sobre la reacción y el fascismo. (Muy bien!)

¿Creéis que se puede oponer solamente el entusiasmo a la fuerza de un enemigo organizado, hábil y con un feroz aparato de represión? No, camaradas; si no los encuadramos en la lucha, la voluntad y el entusiasmo serían estériles. Los aplausos con los cuales subrayáis cada consigna de nuestro partido y cada llamamiento nuestro a la acción demuestran que estáis prestos a formar en el frente de combate, pero eso no basta. No basta con el entusiasmo y la voluntad; es necesario organizar, organizar siempre, y que las fuerzas organizadas marchen siempre en filas compactas hacia la consecución del objetivo propuesto. El genio de la revolución mundial, Lenin, dijo “que la revolución no se hace, sino que se organiza”. Y esto mismo os decimos nosotros, os dice el Partido Comunista: que a la represión de este Gobierno, a los propósitos claros de hundirnos en el infierno fascista del hacha y del patíbulo, nosotros tenemos que oponer, y oponemos ya, la lucha organizada. Hoy, desde esta tribuna, como ayer con todos los medios a nuestro alcance, renovamos nuestro llamamiento a los obreros, a los campesinos, a los hombres libres, a los antifascistas, a los republicanos de izquierda, para que todos los que tenemos un punto de coincidencia en esta hora grave, nos unamos en un Bloque Popular Antifascista que rompa los propósitos de este gobierno de fascistas y reaccionarios. (Grandes aplausos)

Y éste es el sentido, el objeto de mi discurso, en este grandioso acto. Quiero hacer llegar a la convicción de los diez mil obreros antifascistas que aquí os encontráis, y de los millares que escuchan desde la calle, que es de todo punto necesario, que es urgente, crear las formas orgánicas de lucha antifascista, que hay que organizar el Bloque Popular Antifascista si queremos arrollar a la reacción y al fascismo, si queremos vencer. El momento actual impone imperiosamente esta necesidad. En nombre del Partido Comunista me esforzaré, pues, en explicaros cómo y bajo qué plataforma de lucha debemos unimos todos los antifascistas para dar la batalla a las fuerzas de la reacción.

 

Lo que decía el Partido Comunista antes de Octubre

Antes de Octubre, camaradas, antes de las jornadas de Octubre, nosotros luchábamos, como ahora, por la unificación de las fuerzas obreras. Nuestro partido se ha esforzado siempre por convencer a los demás sectores obreros de que ésta es la condición indispensable para el triunfo. Y ésta es una idea que queremos grabar muy bien, muy hondo, en la conciencia de los trabajadores. La idea de que para vencer a un enemigo poderoso hay que luchar unidos, hay que presentarle batalla todos juntos. Y para que no creáis que esta afirmación es un simple recurso, voy a permitirme leeros unas breves líneas sobre lo que nuestro Partido estimaba imprescindible antes de Octubre. El Pleno extraordinario del Comité Central, celebrado un mes antes de la insurrección de Octubre, decía en su resolución:

“A la burguesía y a los terratenientes ya no les es posible mantener su odiosa dominación cubriéndola con el manto de la ‘democracia’. Hoy este ropaje les estorba y se desprenden descaradamente de él, dando rienda suelta a las formas brutales de esclavización de las masas trabajadoras de la ciudad y del campo. El Bloque dominante y su actual equipo gubernamental inspiran su política y sus métodos de represión, enfilándolos hacia la instauración de la dictadura sangrienta y terrorista del fascismo, buscando así el medio de ahogar en sangre y exterminio la creciente potencia de la revolución.”

 Y deducíamos:

“Partiendo de esta situación, el problema cardinal para asegurar el triunfo de la revolución, lo constituye la organización y la unificación de las fuerzas de la revolución, bajo una dirección firme y consciente de sus objetivos. Así lo han comprendido las masas trabajadoras.

Organizar el Frente Único de lucha, en forma permanente y con carácter nacional, para dar la batalla a la contrarrevolución: ¡tal es el anhelo de las clases trabajadoras!”

Esta era nuestra posición antes de Octubre. Por eso ingresamos en las Alianzas Obreras aun a sabiendas de que no eran la expresión acabada y consecuente del Frente Único. Ingresamos en ellas para transformarlas en verdaderas organizaciones de Frente Único de los obreros y campesinos. Pero no lo conseguimos con la amplitud que era necesario, por las resistencias de unos y las incomprensiones de otros. En Asturias, donde nuestro partido había logrado hacer penetrar entre las masas la idea del Frente Único, y donde los Comités de Frente Único de lucha tenían ya una tradición, las Alianzas Obreras se organizaron rápidamente, y en parte en el mismo curso de los combates, y así fue posible que en Asturias lograra el proletariado la victoria sobre el enemigo, mientras que en los demás sitios de España, en que los órganos de Frente Único no estaban creados y desarrollados, la lucha no pudo alcanzar la misma extensión y profundidad.

Y decidme, camaradas, si esto, si el Frente Único, era una necesidad vital antes de Octubre, ¿qué no será ahora, hoy, en que el peligro fascista es más grande, más inmediato, cuando tiene ya en sus manos una parte del aparato del Estado? Hoy es de una necesidad arrolladora la creación y desarrollo de los órganos de la unidad de acción.

 

Posición del Partido Comunista en el movimiento de Octubre

Todos conocéis lo ocurrido en Octubre. Sabéis que nos levantamos en todo el país; que los trabajadores españoles, los trabajadores catalanes, los de Euskadi, los de Galicia, en fin, los de todas partes de España, se echaron a la calle para impedir el avance del fascismo por medio de la huelga general y de la lucha insurreccional. Y sabéis también que las masas lucharon con admirable coraje para derribar a la gran burguesía, a los terratenientes y a su Gobierno reaccionario y fascista, y también para adueñarse del Poder. Esto último sólo pudo conseguirse en Asturias. En Asturias, porque supieron marchar unidos y conquistar las armas. La bandera del Poder de los obreros y campesinos ondeó triunfante durante quince dias en Asturias. Las Alianzas Obreras y Campesinas se adueñaron del Poder luchando con las armas en la mano. Esta gesta gloriosa de nuestros compañeros de Asturias vivirá siempre en el recuerdo de todos los explotados. Mas no debemos olvidar que allí nuestros hermanos, nuestros héroes, lucharon unidos y por eso triunfaron; comunistas, socialistas y anarquistas lucharon confundidos, hombro con hombro. Por esto mismo, si queremos triunfar en todo el país, es preciso que el Frente Único sea una realidad, que la unidad de acción se imponga, que las Alianzas Obreras y Campesinas se creen y desarrollen en todo el país, que dirijan la lucha de las grandes masas hacia el aplastamiento de la reacción y el fascismo. Si hacemos esto yo os digo que no tardaremos en ver a este Gobierno, a Gil Robles y a todos los que ellos defienden, correr, huir de la misma manera ignominiosa que los burgueses y los guardias de Asturias corrían ante las filas apretadas y en armas de los mineros y trabajadores de Asturias. (Atronadora ovación. Durante largo tiempo, se vitorea a Asturias, a la revolución y al Frente Único.)

 

Solidaridad con las víctimas de la represión

Camaradas, aprovechemos este paréntesis que habéis abierto al prolongar los aplausos y vítores a los héroes de la gloriosa Comuna de Asturias, para pediros, en nombre del hecho que tanto entusiasmo provoca en vosotros, que forméis en el cuadro de la solidaridad para con las víctimas de la represión. No olvidéis que en esa Asturias han quedado muchos hijos de mineros huérfanos, muchas compañeras en la miseria más espantosa. No olvidéis que el proletariado de Asturias ha sido condenado al hambre por la contrarrevolución. No olvidéis que en las cárceles hay veinticinco mil camaradas. No olvidéis que hay muchos héroes de la insurrección perseguidos... Es preciso reforzar la solidaridad de clase para con estos camaradas. Es preciso que cada proletario, cada trabajador, cada hombre de buena voluntad, se desprenda de unos céntimos todas las semanas para ayudar a las víctimas del terror contrarrevolucionario. Ésta es una deuda sagrada, una deuda de honor que todos los trabajadores de España tenemos contraída con nuestros hermanos caídos en la lucha. Y sobre todo, con el heroico proletariado de Asturias, que en las condiciones de terror a que lo tiene sometido el Gobierno, no se amilana, ni se arredra, sino que sigue luchando, declarando huelgas y levantando el brazo con el puño en alto, que es una amenaza valiente a los que ensangrentaron...” (Gran ovación, que impide al orador acabar la frase.)

 

El Partido Comunista asume la responsabilidad de la insurrección

En las primeras filas de la lucha se ha encontrado el Partido Comunista. En Asturias y en todas partes, los comunistas tomaron las armas y lucharon en la primera línea de batalla. Sobre todo en Asturias, donde nuestro partido era más fuerte, tenemos que decir que una gran parte del triunfo nos corresponde. (Grandes aplausos.)

Y oídlo bien, camaradas, que lo oigan cuantos quieran oírlo: los comunistas han llamado a la lucha y a la insurrección a las masas, se han puesto a la cabeza y han luchado contra las fuerzas represivas de la reacción y del fascismo con las armas en la mano. El Partido Comunista está, pues, identificado con el movimiento insurreccional y asume su plena responsabilidad política. Repito esto porque parece que hay por ahí gentes que se sacuden las pulgas y no quieren que se les diga nada de lo que ha pasado. No quieren nada con la insurrección de Asturias ni con las luchas de Octubre.

Nosotros, el Partido Comunista, comprendemos muy bien que ciertas gentes se desentiendan de las responsabilidades del movimiento. Y si nosotros no saliéramos a la plaza pública a gritar a pleno pulmón que todo cuando hicieron las masas revolucionarias en Octubre, que la insurrección de Asturias, es un hecho glorioso y que es el resultado de toda nuestra lucha, de toda nuestra agitación, del ejemplo que los comunistas dan al proletariado, parecería como si estos hechos gloriosos constituyeran una vergüenza que tenemos que ocultar. No, camaradas; nosotros estamos orgullosos de cuanto han hecho las masas y estamos orgullosos sobre todo de la insurrección de Asturias. Hay, en aquella región uno de nuestros héroes, un camarada responsable de nuestro partido, preso hoy y amenazado de muerte por la contrarrevolución, el camarada Manso... (Gran ovación y vivas a Manso.) El camarada Manso y otros camaradas dirigentes regionales de nuestro partido, se han declarado responsables políticos del movimiento de Asturias.

Y por si esto no es bastante, por si aún hubiese alguna duda, yo, en nombre del Partido Comunista, digo a todos los obreros, a los campesinos, a los trabajadores todos —y que nos oigan también las huestes de la reacción—, que nosotros somos los responsables del movimiento revolucionario de Octubre, que el Partido Comunista de España recaba para sí toda la responsabilidad política que se derive del movimiento y de la insurrección victoriosa de Asturias. (Aplausos atronadores. Los trabajadores se ponen en pie y saludan con el puño en alto. Grandes vivas al Partido Comunista.)

 Después de dominado el movimiento por la reacción, el Gobierno se aprovecha de su triunfo momentáneo sobre la clase obrera para desatar una orgía de represión de tal naturaleza, que no tiene precedentes ni aun en los países de imperio más feroz del fascismo. La venganza llega a extremos que causan espanto. A pesar de la mordaza gubernamental, muchos de estos horrores han llegado a conocimiento del pueblo. Aquí mismo, el camarada Bolívar os ha referido algunas torturas que se han aplicado y se aplican a los trabajadores. Los muertos se cuentan por millares. Pero no sólo los muertos en la lucha, sino los muertos después del triunfo circunstancial de la contrarrevolución, los muertos durante la represión.

La CEDA y los radicales cumplen fielmente el mandato de sus amos, de los capitalistas y terratenientes. Tienen el encargo de reprimir a sangre y fuego el movimiento revolucionario, y no reparan en medios. Esa es su triste misión.

La misión de los católicos de la CEDA, que consiste en enviar a los moros a “pacificar” a los “cristianos” con las gumías y a los degenerados del Tercio a imponer el “orden” en Asturias. Misión que consiste en torturar a los detenidos para hacerles firmar declaraciones de culpabilidad. Misión que consiste en ejecutar a los obreros revolucionarios, en sitiar por hambre a los mineros...

Éste es el Gobierno del hambre, de la sangre y de la muerte. Éste es el Gobierno que ha realizado actos de barbarie tan feroz, que no tienen precedente en la historia. (E7 camarada Díaz relata algunos hechos concretos y el público prorrumpe en gritos de indignación. Algunas mujeres lloran. El momento es de una emoción indescriptible.)

 

La primera gran batalla ganada después de Octubre

Y en esta situación que sigue a Octubre es cuando el Partido Comunista se dirige una y otra vez a las organizaciones obreras, al Partido Socialista y a todos los antifascistas, llamándoles a organizar la lucha en frente único contra la represión y contra la pena de muerte. Nuestra consigna “¡Ni una ejecución más!” ha recorrido todas las ciudades, todos los pueblos y aldeas de España. El pueblo trabajador ha vibrado al conjuro de la voz comunista, que le llamaba a la lucha contra la represión y contra la pena de muerte.

No todas las organizaciones llamadas a la lucha respondieron. El Partido Socialista se mantenía en una pasividad nada favorable a la causa de los trabajadores. A nuestros reiterados requerimientos para organizar la lucha en común ha respondido con el silencio. Y esto, en los momentos en que más necesarias se hacían la actividad y la lucha, en los momentos en que sobre la cabeza de muchos obreros revolucionarios, de muchos militantes comunistas y socialistas se cernía la amenaza de la ejecución.

 Mas no por ello hemos cejado en la lucha. Estábamos convencidos de que sólo por la acción incansable de las masas podía impedirse la represión y evitarse las ejecuciones. ¿Quién no vio en las calles de Madrid y en las de todas las ciudades de España, millares de periódicos, millares de manifiestos, millares de inscripciones toscas en las paredes................................

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