Original en PDF

 

 

PREFACIO A LA EDICIÓN.

  

La presente edición de las Obras de J. V. Stalin se publica por acuerdo del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la U.R.S.S.

Hasta ahora, sólo una parte de los trabajos del camarada Stalin había sido editada en recopilaciones sueltas. Así, los artículos y discursos del periodo que precede a Octubre de 1917 fueron recogidos en el libro “Camino de Octubre”, del que se publicaron dos ediciones en el año 1925. En 1932 fue editada la recopilación “Sobre la Revolución de Octubre”, que contiene los artículos y discursos consagrados a la Gran Revolución Socialista de Octubre. Los trabajos dedicados a la cuestión nacional entraron en la recopilación “El marxismo y la cuestión nacional y colonial”, que se ha publicado en varias ediciones. Los artículos y discursos de 1921 a 1927, consagrados preferentemente a las cuestiones internas del Partido y a la derrota de los grupos de oposición enemigos del Partido, formaron una recopilación aparte, con el título “Sobre la oposición”, editada en 1928. Además, hay otras recopilaciones en las que están reunidos los artículos y los discursos de J. V. Stalin que tratan un tema determinado, como, por ejemplo, las recopilaciones: “Lenin”, “Artículos y discursos sobre Ucrania”, “La cuestión campesina”, “Sobre el Komsomol” y otras.

En diferentes épocas publicáronse diversas recopilaciones en las que aparecen juntas, obras de V. I. Lenin y de J. V. Stalin: “Obras escogidas del año 1917”, “Sobre la defensa de la Patria Socialista”, “Recopilación de obras para el estudio de la Historia del P.C.(b) de la U.R.S.S.” (en tres tomos), “Lenin y Stalin” (obras escogidas en un tomo), “Sobre la construcción del Partido”, “Sobre la emulación socialista”; “Sobre el trabajo”, etc.

La recopilación más difundida de trabajos del camarada Stalin, hasta ahora, es el libro “Cuestiones del leninismo”, que ha aparecido en once ediciones. El índice de este libro se iba modificando considerablemente en cada nueva edición: casi cada edición se completaba con nuevos trabajos; al mismo tiempo, el autor excluía de él algunos trabajos a fin de conservar el volumen anterior del libro. Las intervenciones, los informes y las Ordenes del Día del camarada Stalin durante la Guerra Patria del pueblo soviético contra los invasores fascistas alemanes están reunidos en el libro “La Gran Guerra Patria de la Unión Soviética”, del que se han publicado cinco ediciones.

Sin embargo, numerosos trabajos de J. V. Stalin, escritos antes y después de la Revolución de Octubre, no se han reproducido en ninguna parte después de publicados en su tiempo en periódicos y revistas, y hasta el momento presente no están reunidos. Además, se conservan artículos y cartas del camarada Stalin que anteriormente no se habían publicado en la prensa.

La presente edición es el primer intento de reunir casi todas las obras de J. V. Stalin.

El primer tomo de las Obras de J. V. Stalin contiene los trabajos escritos desde 1901 hasta abril de 1907.

El segundo tomo incluye las obras escritas desde 1907 hasta 1913.

El tercer tomo está formado por las obras que se refieren al período preparatorio de la Gran Revolución Socialista de Octubre (de marzo a octubre de 1917). Son, principalmente, artículos publicados en “Pravda”.

El cuarto tomo (de noviembre de 1917 a 1920) comprende las obras escritas en los primeros meses del Poder Soviético y en el período de la intervención militar extranjera y de la guerra civil.

Los tres tomos siguientes —quinto, sexto y séptimo— contienen las obras relativas al período en que el Estado soviético pasa al trabajo pacífico de restauración de la economía nacional (1921-1925). El quinto tomo comprende las obras escritas desde 1921 hasta la muerte de V. I. Lenin (enero de 1924). Forman el sexto tomo las obras que corresponden al año 1924. El séptimo tomo contiene las obras escritas en 1925.

Los trabajos de J. V. Stalin correspondientes al período de la lucha por la industrialización socialista del país (1926-1929) forman los tomos octavo, noveno, décimo, undécimo y duodécimo. Los tomos octavo y noveno contienen los artículos, discursos, informes e intervenciones de 1926, y el décimo y undécimo los de 1927. El tomo duodécimo los de 1928 y 1929.

El tomo decimotercero comprende las obras de los años 1930-1933, consagradas, principalmente, a las cuestiones de la colectivización de la agricultura y del desarrollo sucesivo de la industrialización socialista.

El tomo decimocuarto abarca las obras de 1934— 1940, consagradas a la lucha por el coronamiento de la construcción del socialismo en la U.R.S.S., a la creación de la nueva Constitución de la Unión Soviética y a la lucha por la paz en la época en que comienza la segunda guerra mundial.

El trabajo de J. V. Stalin “Historia del P.C.(b) de la U.R.S.S. Compendio”, que se publicó en 1938, forma el tomo decimoquinto.

El tomo decimosexto comprende las obras del período de la Gran Guerra Patria de la Unión Soviética: los informes, discursos y Ordenes del Día de J. V. Stalin en los aniversarios de la Gran Revolución Socialista de Octubre, los mensajes al pueblo con motivo de la derrota y la capitulación de Alemania y el Japón y otros documentos.

Todas las obras incluidas en los tomos aparecen en el orden cronológico en que fueron escritas o publicadas. Cada tomo lleva un prefacio, breves notas de referencia y una crónica biográfica. Las fechas, hasta la implantación del nuevo calendario (14 de febrero de 1918), se dan según el cómputo antiguo.

El texto de las obras del camarada Stalin se ha conservado íntegramente. Tan sólo en algunos artículos han sido introducidas por el autor modificaciones insignificantes, puramente de redacción.

Instituto Marx-Engels-Lenin, anejo al C.C. del P.C.(b) de la U.R.S.S.

Stalin

 

PREFACIO DEL PRIMER TOMO

 

El primer tomo de las Obras de J. V. Stalin comprende los trabajos escritos desde 1901 hasta abril de 1907, período en que su actividad revolucionaria transcurrió principalmente en Tiflis.

En esos años, los bolcheviques, bajo la dirección de Lenin, iban colocando los cimientos del Partido marxista-leninista, de su ideología, de sus principios de organización.

Durante ese período, el camarada Stalin, en lucha contra las diferentes corrientes antimarxistas y oportunistas, crea en la Transcaucasia organizaciones leninist.as-iskristas, organizaciones bolcheviques, y dirige su actividad. En sus obras, J. V. Stalin fundamenta y defiende los principios básicos de la doctrina marxista-leninista.

Tan sólo una pequeña parte de las obras que entran en el primer tomo fueron publicadas en ruso. La mayor parte de ellas aparecieron en periódicos o en folletos que se editaban en georgiano. La mayoría de estas obras aparecen en ruso por vez primera.

Hasta el presente no ha sido hallado el archivo del Comité de la Unión del Cáucaso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia ni diferentes publicaciones de las organizaciones bolcheviques de la Transcaucasia, en las que aparecían los trabajos de J. V. Stalin. En particular, hasta ahora no se ha encontrado el “Programa de estudios de los círculos obreros marxistas” (1898) ni el “Credo” (1904).

El primer tomo de la presente edición no contiene, pues, todas las obras de J. V. Stalin escritas desde 1901 hasta abril de 1907.

Instituto Marx-Engels-Lenin, anejo al C.C. del P.C.(b) de la U.R.S.S.

 

PROLOGO DEL AUTOR AL PRIMER TOMO

 

Los trabajos incluidos en el primer tomo de las Obras fueron escritos en el período correspondiente a la actividad inicial del autor (1901-1907), cuando aun no se había terminado de elaborar la ideología y la política del leninismo. Esto se refiere también en parte al segundo tomo de las Obras.

Para comprender y valorar debidamente estos trabajos, hay que considerarlos como obras de un marxista joven, que todavía no era un marxista— leninista completamente formado. Se comprende, por ello? que estas obras hayan conservado las huellas de algunas tesis de los viejos marxistas, que más tarde, al resultar anticuadas, había de superar nuestro Partido. Me refiero a dos cuestiones: la cuestión del programa agrario y la cuestión relativa a las condiciones de la victoria de la revolución socialista.

Como se ve por el primer tomo (véanse los artículos sobre “La cuestión agraria”), el autor defendía entonces el punto de vista de la partición de las tierras de los terratenientes, para concederlas en propiedad a los campesinos. En el Congreso de Unificación del Partido, en el que se discutió la cuestión agraria, la mayoría de los delegados bolcheviques dedicados al trabajo práctico se atuvo al punto de vista del reparto, la mayoría de los mencheviques abogó por la municipalización, y Lenin y la parte restante de los delegados bolcheviques propugnaron la nacionalización de la tierra; en el curso de la lucha entre los tres proyectos, cuando se vio que era inútil confiar en que el Congreso aceptase el proyecto de nacionalización, Lenin y los demás partidarios de la nacionalización sumaron sus votos a los de los defensores del reparto de las tierras.

Estos aducían contra la nacionalización tres argumentos: a) que los campesinos no aceptarían la nacionalización de las tierras de los terratenientes, porque querían recibirlas en propiedad; b) que los campesinos opondrían resistencia a la nacionalización, por considerarla una medida que suprimía la propiedad privada de las tierras que ya se encontraban entonces en posesión privada de los campesinos; c) que si incluso se consiguiera vencer las objeciones de los campesinos a la nacionalización, nosotros, los marxistas, no debíamos, sin embargo, propugnar la nacionalización, porque después de la victoria de la revolución democrático-burguesa el Estado en Rusia no habría de ser socialista, sino burgués, y la existencia de un gran fondo de tierras nacionalizadas en manos del Estado burgués fortalecería desmesuradamente a la burguesía en perjuicio de los intereses del proletariado.

Al afirmar esto, los defensores del reparto de las tierras partían de la premisa, admitida entre los marxistas rusos, incluí dos los bolcheviques, de que después de la victoria de la revolución democrático— burguesa sobrevendría un período más o menos largo de interrupción de la revolución, un período de intervalo entre la revolución burguesa victoriosa y la futura revolución socialista, en el que el capitalismo podría desarrollarse con más libertad y pujanza, extendiéndose igualmente en la agricultura, la lucha de clases se haría más profunda y se desenvolvería en toda su amplitud, la clase de los proletarios aumentaría en número, y elevaríanse a la altura debida su conciencia y su organización, después de lo cual, y sólo entonces, podría llegar el período de la revolución socialista.

Es necesario señalar que en el Congreso nadie puso el menor reparo a esta premisa de que habría un largo intervalo entre las dos revoluciones, y que, tanto los defensores de la nacionalización y del reparto de las tierras como los partidarios de la municipalización, consideraban que el programa agrario de la socialdemocracia de Rusia debía contribuir a que el desarrollo del capitalismo en Rusia fuera aún más vigoroso.

¿Sabíamos nosotros, los bolcheviques dedicados al trabajo práctico, que Lenin sostenía entonces el punto de vista de la transformación de la revolución burguesa en Rusia en revolución socialista, el punto de vista de la revolución ininterrumpida? Sí, lo sabíamos. Lo sabíamos por su folleto “Dos tácticas” (1905), así como por su famoso artículo “La actitud de la socialdemocracia ante el movimiento campesino”, escrito en 1905, en el que Lenin declaraba que “nosotros somos partidarios de la revolución ininterrumpida”, que “no nos quedaremos a mitad de camino”. Pero nosotros, los militantes dedicados al trabajo práctico, no ahondábamos en este asunto y no comprendíamos su alta importancia debido a nuestra insuficiente preparación teórica y también a la despreocupación respecto a las cuestiones teóricas, propia de los militantes entregados a la actividad práctica. Como es sabido, Lenin, por algún motivo, no expuso entonces ni utilizó en el Congreso, para razonar la nacionalización, los argumentos de la teoría relativa a la transformación de la revolución burguesa en revolución socialista. ¿Acaso porque consideraba que la cuestión no había madurado aún y no esperaba que la mayoría de los delegados bolcheviques dedicados al trabajo práctico estuviesen preparados para comprender y aceptar la teoría de la transformación de la revolución burguesa en revolución socialista?

Sólo pasado algún tiempo, cuando la teoría leninista de la transformación de la revolución burguesa en Rusia en revolución socialista pasó a ser la línea dirigente del Partido Bolchevique, las discrepancias en cuanto a la cuestión agraria desaparecieron en el Partido, ya que se vio claramente que en un país como Rusia, donde las condiciones especiales del desarrollo habían creado un terreno favorable para la transformación de la revolución burguesa en revolución socialista, el Partido marxista no podía tener otro programa agrario que no fuese el de la nacionalización de la tierra.

La segunda cuestión se refiere al problema del triunfo de la revolución socialista. Como se ve por el primer tomo (v. los artículos “¿Anarquismo o socialismo?”), el autor se atenía entonces a la tesis, difundida entre los marxistas, de que una de las principales condiciones del triunfo de la revolución socialista es que el proletariado llegue a constituir la mayoría de la población, y, por consiguiente, en aquellos países donde, debido al insuficiente desarrollo del capitalismo, el proletariado no constituye aún la mayoría de la población, la victoria del socialismo es imposible.

Esta tesis se consideraba entonces generalmente aceptada entre los marxistas rusos, incluidos los bolcheviques, al igual que entre los partidos socialdemócratas de otros países. Sin embargo, el subsiguiente desarrollo del capitalismo en Europa y en América, el paso del capitalismo preimperialista a capitalismo imperialista y, por último, la ley, descubierta por Lenin, de la desigualdad del desarrollo económico y político de los diferentes países, demostraron que esta tesis no corresponde ya a las nuevas condiciones del desarrollo, que es plenamente posible el triunfo del socialismo en países aislados donde el capitalismo no ha alcanzado todavía el grado superior de desarrollo y donde el proletariado no constituye la mayoría de la población, pero donde el frente del capitalismo es lo suficientemente débil para ser roto por el proletariado. Así surgió, en 1915 y 1916, la teoría de Lenin de la revolución socialista. Como se sabe, esta teoría de Lenin parte de que no es obligatorio que la revolución socialista triunfe ante todo en los países donde el capitalismo esté más desarrollado, sino en los países donde el frente del capitalismo sea débil, donde el proletariado pueda romper este frente con más facilidad y donde exista aunque sólo sea un nivel medio de desarrollo del capitalismo.

Con esto terminan las observaciones del autor a propósito de las obras reunidas en el primer tomo.

Enero de 1946.

  1. Stalin

 

 

Ver el documento completo          Original en PDF