El imperialismo español

I

La situación de hambre y miseria a que ha sometido a los trabajadores de España entera la crisis en que se halla envuelto el imperialismo español, reviste aquí, en Euskadi, caracteres particularmente agudos.

Fuertemente quebrantado por cuatro años de terrible crisis, el imperialismo español, cada día más inseguro, se resuelve tan enfurecido como impotente, buscando en la intensificación de la explotación social, en el reforzamiento de la opresión nacional, nuevos beneficios que remedian o alivien su situación irremediable.

A las ilusiones que hicieran nacer en las masas laboriosas de Euskadi al advenimiento de la República, la promesa de cesión de una amplia autonomía y al amparo de las cuales comenzó subrepticiamente el acogotamiento económico de Euskadi, ha reemplazado la política de descarado estrujamiento que, aplicada con particular saña en Guipúzcoa, ha culminado en la puesta en práctica de las incalificables disposiciones últimamente adoptadas por los Gobiernos imperialistas de Madrid, que determinará, mediante la absorción de unos cuantos pulpos del comercio y las fianzas, la total desaparición de los medios de vida de dos de los más importantes pueblos de la provincia —Eibar e Irún— y la miseria más espantosa para sus obreros.

Cada Gobierno que se ha sucedido en Madrid, al acentuarse la crisis del imperialismo español,. ha significado para los trabajadores de Euskadi, la acentuación se su miseria y el estrechamiento de las cadenas que le sujetan al Estado español.

Fue durante la etapa en que lo s dirigentes socialistas actuaban de administradores del imperialismo español cuando se admitió en el tratado comercial franco-español, para favorecer intereses ajenos por completo a los trabajadores de Euskadi, que la exportación a Francia del pescado fresco fuese catastróficamente limitada, produciendo con ello un quebranto formidable a la industria pesquera, particularmente a aquella que se dedica a la pesca costera.

Una idea de la situación creada en los centros pesqueros nos la da Fuenterrabía, donde en el  término de unos días tuvieron que cerrar tres comercios.

Fue también uno de los gobiernos de Azaña el que, ayudado eficazmente por una Comisión Gestora de “impronta” socialista, impidió fuera aplicado en Guipúzcoa el impuesto sobre el lujo como medio de poder dar trabajo a los parados que ya entonces empezaban a contarse en cantidad aterradora. Por este procedimiento, la Gestora y el Gobierno imperialista español defendían a la burguesía española que venía a nuestras costas a divertirse, pero defendía también y, al propio tiempo, a la burguesía vasca, que en este caso, frente a los obreros vascos en paro forzoso, se identificaba con la burguesía española.

El advenimiento al Poder del Partido Radical y de los Gobiernos Lerroux-Gil Robles, marcan un nuevo grado más elevado, en la fascización del Estado español, que se traduce para nosotros, los trabajadores de Euskadi, por una agravación brutal de nuestra situación.

A la forma indirecta de hacer recaer sobre nosotros el peso de su crisis, reemplaza el arrebatamiento violento de nuestros medios de vida.

Es el Gobierno Martínez Barrio el que autoriza el despacho en Madrid de los paquetes postales franceses, dando así el primer paso hacia la Aduana central, hacia la ruina de Irún. El Gobierno Lerroux-Gil Robles, continua por el mismo camino autorizando el despacho en Madrid de los postales de otras naciones y pone así a la orden del día el establecimiento, abierto ya, de la Aduana central, que había de ser no ya solamente la ruina de Irún, sino que también un rudo golpe para Pasajes.

Las draconianas medidas adoptadas por este mismo Gobierno en orden a ala fabricación y circulación de armas, conduce directamente al aplastamiento de la industria armera tal y como está constituida en nuestra provincia. Las consecuencias de dichas medidas las palpan ya Eibar y toda la zona armera, que languidece y va  rápidamente a su total desaparición.

Esto repercute  catastróficamente en el pequeño comerciante y en el casero, cuyos cultivos y ganadería están acomodados  generalmente a las necesidades urbanas, que ven descender el volumen de sus ventas al mismo tritmo que crecen las dificultades de cobro y los impuestos.

El imperialismo español estruja con desesperación a Guipúzcoa y a Euskadi entera, al propio tiempo que va liquidando rápidamente las ilusiones de lograr una libertad, no ya económica, sino simplemente cultural o administrativa.

 

(Continuará)

 

 

 

euskadi roja

ORGANO en EUSKADI del PARTIDO COMUNISTA (S.E. de I.C.)   PORTAVOZ de los SINDICATOS REVOLUCIONARIOS

Año II, San Sebastián, 12 Mayo 1934  nº 60

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