Categoría: ENGELS
Visitas: 5805

     Ver el ORIGINAL en PDF

  

INTRODUCCIÓN DE MARX A LA EDICIÓN FRANCESA DE 1880

 Las páginas que constituyen el contenido de este folleto eran los primeros tres artículos publicados en la "Revue Socialiste" como una traducción de la última obra de Federico Engels, "La revolución de la ciencia". 

Federico Engels, uno de los representantes más destacados del socialismo contemporáneo, se distinguió en 1844 con su "Esbozo de crítica de la economía política", que apareció por primera vez en "Deutsch-Französische Jahrbücher", dirigido por Marx y Ruge y publicado en París. El "Esbozo" ya formula algunos principios generales del socialismo científico. Engels vivía entonces en Mánchester, donde escribió (en alemán) "La situación de la clase obrera en Inglaterra" (1845), una obra importante a la que Marx hizo plena justicia en "El Capital". Durante su primera estancia en Inglaterra él también contribuyó —como más tarde hizo desde Bruselas— al "The Northern Star", periódico oficial del movimiento socialista, y al "New Moral World" de Robert Owen. 

Durante su estancia en Bruselas él y Marx fundaron el club de trabajadores comunistas alemanes, vinculado con clubes de trabajadores flamencos y valones, y, con Bornstedt, la "Deutsche-Brüsseler Zeitung". Por invitación del comité alemán (residente en Londres) de la Liga de los Justos, se unieron a esta sociedad, que había sido originalmente creada por Karl Schapper tras su huida de Francia, donde había participado en la conspiración de 1839 de Blanqui. A partir de entonces, la Liga se transformó en una Liga de los Comunistas internacional, tras la supresión del formalismo usual de las sociedades secretas. Sin embargo la sociedad tenía que permanecer oculta debido a las circunstancias de los gobiernos. En 1847, en el Congreso Internacional de la Liga celebrado en Londres, Marx y Engels fueron instruidos para redactar el "Manifiesto del Partido Comunista", publicado inmediatamente antes de la Revolución de Febrero y traducido en casi todos los idiomas europeos. En el mismo año participaron de la fundación de la Asociación Democrática de Bruselas, una asociación internacional y pública, en la que se reunían delegados de la burguesía radical y de los trabajadores proletarios. 

Después de la Revolución de Febrero, Engels se convirtió en uno de los editores de la "Neue Rheinische Zeitung" ("Nouvelle Gazette Rhénane"), fundada en 1848 por Marx en Colonia y suprimida en junio de 1849 por un golpe de Estado prusiano. Después de participar en el levantamiento de Elberfeld, Engels luchó en la campaña badenesa contra los prusianos (junio y julio de 1849) como ayudante de campo de Willich, que entonces era coronel de un batallón de francotiradores. 

En 1850, en Londres, contribuyó a la revista "Neue Rheinische Zeitung", editada por Marx e impresa en Hamburgo. Allí Engels publicó por primera vez "La Guerra de los Campesinos en Alemania", que diecinueve años más tarde volvió a aparecen en Leipzig en un folleto y tiene ya tres ediciones. 

Después de la reanudación del movimiento socialista en Alemania, Engels contribuyó a "Volksstaat" y "Vorwärts" con sus artículos más importantes, la mayoría de los cuales fueron reimpresos en forma de folletos, como "Sobre las relaciones sociales en Rusia", "El aguardiente prusiano en el Reichstag alemán", "Contribución al problema de la vivienda", "Los bakuninistas en acción", etc. 

En 1870, después de salir de Mánchester para Londres, se unió al Consejo General de la Internacional, donde fue encargado de la correspondencia con España, Portugal e Italia. 

La serie de artículos que contribuyeron a "Vorwärts" bajo el título irónico de "La revolución de la ciencia de Eugenio Dühring" (en respuesta a las teorías supuestamente nuevas del señor E. Dühring sobre la ciencia en general y el socialismo en particular) se reunieron en un volumen y fueron un gran éxito entre los socialistas alemanes. En el presente folleto reproducidos el fragmento más actual de la sección teórica del libro, que constituye lo que podría llamarse una introducción al socialismo científico. 

 [Escrito el 5 de mayo de 1880, por primera vez publicado en el folleto: F. Engels, Socialisme utopique et socialisme scientifique, Paris, 1880. Firmado: P. L. Extraído de Marx and Engels Collected Works, Volumen 24, reproducido en el Marxists Internet Archive (http://www.marxists.org/archive/marx/works/1880/05/04.htm). Traducido del inglés, confrontando la traducción en alemán Karl Marx/Friedrich Engels - Werke. (Karl) Dietz Verlag, Berlín. Volumen 19, 4ª edición, 1973, reimpresión de la primera edición de 1962, Berlín/RDA, págs. 181-185 (http://www.mlwerke.de/me/me19/me19_181.htm).] 

 

PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN ALEMANA (1882)

El siguiente escrito es el resultado de tres capítulos de mi trabajo "La revolución de la ciencia de Eugenio Dühring", Leipzig, 1878. Los pongo juntos según hizo mi amigo Paul Lafargue para la traducción al francés y con algunos añadidos. La traducción francesa, revisada por mí, apareció por primera vez en la "Revue Socialiste" y luego de forma independiente bajo el título: "Socialisme utopique et socialisme scientifique", Paris, 1880. Una traducción al polaco desde el francés se acaba de publicar en Ginebra con el título "Socyjalizm utopijny a naukowy", Imprimerie de l'Aurore, Ginebra, 1882. 

El sorprendente éxito de la traducción de Lafargue en países de habla francesa y particularmente en Francia, me impuso la cuestión de si una edición alemana de estos tres capítulos también sería de utilidad. El director del "Sozialdemokrat" de Zúrich me dijo que dentro del Partido Socialdemócrata Alemán piden nuevos folletos de propaganda y me preguntó si quería publicar esos tres capítulos. Yo estaba, por supuesto, de acuerdo con él, y puse mi trabajo disponible. 

Pero no había sido escrito originalmente para la propaganda popular directa. ¿Qué debe hacer un trabajo puramente científico para ser adecuado? ¿Qué cambios en la forma y contenido necesita? 

En cuanto a la forma, las muchas palabras extranjeras sólo podían suscitar preocupación. Pero Lasalle ya usaba palabras extranjeras en sus discursos y propaganda —ciertamente no frugales— y que yo sepa nadie se ha quejado. Nuestros trabajadores leen periódicos regularmente y están familiarizados con palabras extranjeras. Así que me he limitado a eliminar las palabras innecesarias. Cuando fue inevitable mantenerlas he introducido una llamada explicativa. Las palabras extranjeras inevitables, generalmente términos científicos y técnicos, se desnaturalizan si se traducen. Y eso en vez de explicarlos, confunde. La información verbal ayuda mucho más. 

En cuanto al contenido, soy capaz de decir que los trabajadores alemanes tendrán poca dificultad. No es para nada difícil, excepto la parte tercera, pero por sus condiciones de vida los trabajadores lo entenderán mejor que la "educada" burguesía. Con las numerosas adiciones explicativas que he hecho aquí, he pensado tanto en los trabajadores como en los lectores "educados" como Su Señoría de Eynern, el Señor Geheimrat Heinrich von Sybel y otros Treitschkes, dominados por su ignorancia atroz y consecuentemente su colosal incomprensión del socialismo. Si Don Quijote inserta su lanza contra los molinos de viento 

Estos lectores se sorprenderán también de ver en una esbozada historia del socialismo a la cosmogonía de Kant-Laplace y la moderna ciencia natural de Darwin y a la filosofía clásica alemana y Hegel. Pero el socialismo científico es un producto alemán y sólo podría llegar a nacer en donde la filosofía clásica había recibido la tradición de la dialéctica: en Alemania.1   La concepción materialista de la historia y su aplicación concreta a la lucha de clases moderna, entre el proletariado y la burguesía, sólo fue posible por medio de la dialéctica. Y si los profesores de la burguesía alemana que han ahogado la memoria del gran filósofo alemán y la dialéctica en el fondo de un eclecticismo penoso, nos vemos obligados a llamar a la ciencia moderna como testigo del buen desempeño de la dialéctica en la realidad —socialistas alemanes, estamos orgullosos de ser descendientes de Saint-Simon, Fourier y Owen, pero también de serlo de Kant, Fichte y Hegel.  

Federico Engels. 

Londres, 21 de septiembre 1882. 

 

 [Extraído de Friedrich Engels: Die Entwicklung des Sozialismus von der Utopie zur Wissenschaft, en: Karl Marx/Friedrich Engels - Werke. (Karl) Dietz Verlag, Berlín. Volumen 19, 4º edición, 1973, reimpresión de la primera edición de 1962, Berlín/RDA, págs. 186-188. Edición digital Stimmen der proletarischen Revolution

(http://www.mlwerke.de/me/me19/me19_186.htm). Traducido del alemán.]
 
  

PREFACIO A LA CUARTA EDICIÓN ALEMANA (1891)

Mi conjetura de que el contenido de este libro le daría poca dificultad a nuestros trabajadores alemanes ha sido confirmada. Por lo menos desde marzo de 1883, cuando la primera de tres ediciones apareció se han vendido la totalidad de 10.000 copias y bajo el imperio de la ley antisocialista —un nuevo ejemplo de cómo las prohibiciones policiales son impotentes contra el movimiento del proletariado moderno. 

Desde la primera edición, han sido publicados en lenguas extranjeras: en italiano por Pasquale Martignetti: "Il Socialismo Utopico e il Socialismo scientifico", Benevento, 1883; en ruso: "Razvitie naucznago socializma", Ginebra, 1884; en danés: "Socialismens Udvikling fra Utopi til Videnskab", en "Socialistisk Bibliotek", I. Bind, Kjöbenhavn, 1885; en español: "Socialismo utópico y Socialismo científico", Madrid, 1886; y en holandés: "De Ontwikkeling van het Socialisme van Utopie tot Wetenschap", La Haya, 1886. 

La presente edición ha sido objeto de varias pequeñas modificaciones, adiciones importantes se han hecho en sólo dos lugares: en el primer capítulo, Saint-Simon, al contrario de Fourier y Owen, estaba desarrollado demasiado brevemente, y al final, la tercera forma de producción va ahora más allá con la nueva e importante forma de trust. 

Federico Engels. 

Londres, 12 de mayo de 1891. 

  

[Extraído de Karl Marx/Friedrich Engels - Werke. (Karl) Dietz Verlag, Berlín. Volumen 22, 3ª edición, 1972, reimpresión de la primera edición de 1963, Berlín/RDA, pág. 210. Edición digital Stimmen der proletarischen Revolution

(http://www.mlwerke.de/me/me22/me22_210.htm). Traducido del alemán.]

  

PRÓLOGO A LA EDICIÓN INGLESA DE 1892

El pequeño trabajo que tiene delante el lector, formaba parte, en sus orígenes, de una obra mayor. Hacia 1875, el Dr. E. Dühring, privat-docent en la Universidad de Berlín, anunció de pronto y con bastante estrépito su conversión al socialismo y presentó al público alemán, no sólo una teoría socialista detalladamente elaborada, sino también un plan práctico completo para la reorganización de la sociedad. Se abalanzó, naturalmente, sobre sus predecesores, honrando particularmente a Marx, sobre quien derramó las copas llenas de su ira. 

Esto ocurría por los tiempos en que las dos secciones del Partido Socialista Alemán —los eisenachianos y los lassalleanos[[1]]— acababan de fusionarse, adquiriendo éste así, no sólo un inmenso incremento de fuerza, sino algo que importaba todavía más: la posibilidad de desplegar toda esta fuerza contra el enemigo común. El Partido Socialista Alemán se iba convirtiendo rápidamente en una potencia. Pero, para convertirlo en una potencia, la condición primordial era no poner en peligro la unidad recién conquistada. Y el Dr. Dühring se aprestaba públicamente a formar en torno a su persona una secta, el núcleo de un partido futuro aparte. No había, pues, más remedio que recoger el guante que se nos lanzaba y dar la batalla, por muy poco agradable que ello nos fuese. 

Por cierto, la cosa, aunque no muy difícil, había de ser, evidentemente, harto pesada. Es bien sabido que nosotros, los alemanes, tenemos una terrible y poderosa Gründlichkeit, un cavilar profundo o una caviladora profundidad, como se le quiera llamar. En cuanto uno de nosotros expone algo que reputa una nueva doctrina, lo primero que hace es elaborarla en forma de un sistema universal. Tiene que demostrar que lo mismo los primeros principios de la lógica que las leyes fundamentales del Universo, no han existido desde toda una eternidad con otro designio que el de llevar, al fin y a la postre, hasta esta teoría recién descubierta, que viene a coronar todo lo existente.

En este respecto, el Dr. Dühring estaba cortado en absoluto por el patrón nacional. Nada menos que un "Sistema completo de la Filosofía" —filosofía intelectual, moral, natural y de la Historia—, un "Sistema completo de Economía Política y de Socialismo" y, finalmente, una "Historia crítica de la Economía Política" —tres gordos volúmenes en octavo, pesados por fuera y por dentro, tres cuerpos de ejército de argumentos, movilizados contra todos los filósofos y economistas precedentes en general y contra Marx en particular—; en realidad, un intento de completa «subversión de la ciencia». Tuve que vérmelas con todo eso; tuve que tratar todos los temas posibles, desde las ideas sobre el tiempo y el espacio hasta el bimetalismo[[2]], desde la eternidad de la materia y el movimiento hasta la naturaleza perecedera de las ideas morales; desde la selección natural de Darwin hasta la educación de la juventud en una sociedad futura. Cierto es que la sistemática universalidad de mi contrincante me brindaba ocasión para desarrollar frente a él, en una forma más coherente de lo que hasta entonces se había hecho, las ideas mantenidas por Marx y por mí acerca de tan grande variedad de materias. Y ésta fue la razón principal que me movió a acometer esta tarea, por lo demás tan ingrata. 

Mi réplica vio la luz, primero, en una serie de artículos publicados en el "Vorwärts" [[3]] de Leipzig, órgano central del Partido Socialista, y, más tarde, en forma de libro, con el título de "Herrn Eugen Dührings Umwälzung der Wissenschaft" ["La subversión de la ciencia por el señor E. Dühring"], del que en 1886 se publicó en Zurich una segunda edición. 

A instancias de mi amigo Paul Lafargue, actual representante de kille en la Cámara de los diputados de Francia, arreglé tres capítulos de este libro para un folleto, que él tradujo y publicó en 1880 con el título de "Socialisme utopique et socialisme scientifique". De este texto francés se hicieron una versión polaca y otra española. En 1883 nuestros amigos de Alemania publicaron el folleto en su idioma original. Desde entonces, se han publicado, a base del texto alemán, traducciones al italiano, al ruso, al danés, al holandés y al rumano.

Es decir, que, contando la actual edición inglesa, este folleto se halla difundido en diez lenguas. No sé de ninguna otra publicación socialista, incluyendo nuestro Manifiesto Comunista de 1848 y "El Capital" de Marx, que haya sido traducida tantas veces. En Alemania se han hecho cuatro ediciones, con una tirada total de unos veinte mil ejemplares. 

El apéndice "La Marca"[[4]] fue escrito con el propósito de difundir entre el Partido Socialista Alemán algunas nociones elementales respecto a la historia y al desarrollo de la propiedad rural en Alemania. En aquel entonces era tanto más necesario cuanto que la incorporación de los obreros urbanos al partido estaba en vía de concluirse y se planteaba la tarea de ocuparse de las masas de obreros agrícolas y de los campesinos. Este apéndice fue incluido en la edición, teniendo en cuenta la circunstancia de que las formas primitivas de posesión de la tierra, comunes a todas las tribus teutónicas, así como la historia de su decadencia, son menos conocidas todavía en Inglaterra que en Alemania. He dejado el texto en su forma original, sin aludir a la hipótesis recientemente expuesta por Maxim Kovalevski, según la cual al reparto de las tierras de cultivo y de pastoreo entre los miembros de la Marca precedió el cultivo en común de estas tierras por una gran comunidad familiar patriarcal, que abarcó a varias generaciones (de ejemplo puede servir la zádruga de los sudeslavos, que aún existe hoy día). Luego, cuando la comunidad creció y se hizo demasiado numerosa para administrar en común la economía, tuvo lugar el reparto de la tierra[[5]]. Es probable que Kovalevski tenga razón, pero el asunto se encuentra aún sub judice. [[6]]

Los términos de Economía empleados en este trabajo coinciden, en tanto que son nuevos, con los de la edición inglesa de "El Capital" de Marx. Designamos como «producción mercantil» aquella fase económica en que los objetos no se producen solamente para el uso del productor, sino también para los fines del cambio, es decir, como mercancías, y no como valores de uso. Esta fase va desde los albores de la producción para el cambio hasta los tipos presentes; pero sólo alcanza su pleno desarrollo bajo la producción capitalista, es decir, bajo las condiciones en que el capitalista, propietario de los medios de producción, emplea, a cambio de un salario, a obreros, a hombres despojados de todo medio de producción, salvo su propia fuerza de trabajo, y se embolsa el excedente del precio de venta de los productos sobre su coste de producción. Dividimos la historia de la producción industrial desde la Edad Media en tres períodos:

1) industria artesana, pequeños maestros artesanos con unos cuantos oficiales y aprendices, en que cada obrero elabora el artículo completo; 2) manufactura, en que se congrega en un amplio establecimiento un número más considerable de obreros, elaborándose el artículo completo con arreglo al principio de la división del trabajo, donde cada obrero sólo ejecuta una operación parcial, de tal modo que el producto está acabado sólo cuando ha pasado sucesivamente por las manos de todos; 3) moderna industria, en que el producto se fabrica mediante la máquina movida por la fuerza motriz y el trabajo del obrero se limita a vigilar y rectificarlas operaciones del mecanismo. 

 

[1]  En el "Congreso de Gotha", celebrado del 22 al 25 de mayo de 1875, se unieron las dos corrientes del movimiento obrero alemán: el Partido Obrero Socialdemócrata (los eisenachianos), dirigido por A. Bebel y W. Liebknecht, y la lassalleana Asociación General de Obreros Alemanes. El partido unificado adoptó la de- nominación de Partido Obrero Socialista de Alemania. Así se logró superar la escisión en las filas de la clase obrera alemana. El proyecto de programa del partido unificado, propuesto al Congreso de Gotha, pese a la dura crítica que habían hecho Marx y Engels, fue aprobado en el Congreso con insignificantes modificaciones.

[2]  Bimetalismo: sistema monetario, en el que las funciones de dinero las cumplen simultáneamente dos metales monetarios: el oro y la plata. [8]

[3]  "Vorwärts" («Adelante»): órgano central del Partido Obrero Socialista Alemán, se publicó en Leipzig desde el 1 de octubre de 1876 hasta el 27 de octubre de 1878. La obra de Engels "Anti-Dühring" se publicó en el periódico desde el 3 de enero de 1877 hasta el 7 de julio de 1878. [8]

[4] En la presente edición no se inserta el trabajo de F. Engels "La Marca". [9]

[5] Engels se refiere a los trabajos de M. Kovalevski "Tableau des origines et de l'évolution de la famille et de la proprieté" («Ensayo acerca del origen de la familia y la propiedad») publicado en 1890 en Estocolmo, y "Pervobytnoye pravo" («Derecho primitivo») fascículo 1, "La Gens", Moscú, 1886. [9]

[6] Engels se refiere a los trabajos de M. Kovalevski "Tableau des origines et de l'évolution de la famille et de la proprieté" («Ensayo acerca del origen de la familia y la propiedad») publicado en 1890 en Estocolmo, y "Pervobytnoye pravo" («Derecho primitivo») fascículo 1, "La Gens", Moscú, 1886. [9]

 

Ver el documento completo       Ver el ORIGINAL en PDF